Datos personales

Me gusta parecer sencilla aunque después tenga debilidad por lo imposible. Soy una fanática del mar al amanecer y anochecer; y de las cabezas despeinadas. Cotilla por naturaleza. Impulsiva en los momentos inoportunos. Me encanta obsesionarme con cosas invisibles. Me gusta regalar sonrisas sin pedir nada a cambio. Me apasiona tropezar con una misma piedra dos veces, pues a la tercera va la vencida. Soy de las que piensa que querer no siempre es poder, pero que rectificar es de sabios. El chocolate y los pañuelos al cuello son imprescindibles en mi vida, aunque no creo en lo imprescindible. Mi canción favorita es el ruido de las olas; y mi película, nuestra historia. Mi actriz favorita es mi madre, siempre hace un papelón. Y mi comida favorita son tus besos. Soy de beber agua más que lágrimas, y de respirar aire más que sarcasmo. Mi punto débil es la oscuridad y el fuerte es soñar. La ironía va conmigo de vez en cuando aunque mis mejores herramientas son las indirectas. Mi segundo paraíso es Londres, el primero es Málaga. Mi primer plato siempre será el mismo que el segundo, y lo mejor lo dejo para el final. Tengo la mala costumbre de enamorarme y la buena de mirar a los ojos...

viernes, 30 de marzo de 2012

Hay momentos en la vida en que una sola decisión, en un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien. Cuando decides quererlo o no quererlo. Cuando decides tirar para adelante. Cuando decides mentir, traicionar, ocultar... O cruzar la línea. Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz.  Podrá hacer de ti un héroe o un criminal. Podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

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