Datos personales

Me gusta parecer sencilla aunque después tenga debilidad por lo imposible. Soy una fanática del mar al amanecer y anochecer; y de las cabezas despeinadas. Cotilla por naturaleza. Impulsiva en los momentos inoportunos. Me encanta obsesionarme con cosas invisibles. Me gusta regalar sonrisas sin pedir nada a cambio. Me apasiona tropezar con una misma piedra dos veces, pues a la tercera va la vencida. Soy de las que piensa que querer no siempre es poder, pero que rectificar es de sabios. El chocolate y los pañuelos al cuello son imprescindibles en mi vida, aunque no creo en lo imprescindible. Mi canción favorita es el ruido de las olas; y mi película, nuestra historia. Mi actriz favorita es mi madre, siempre hace un papelón. Y mi comida favorita son tus besos. Soy de beber agua más que lágrimas, y de respirar aire más que sarcasmo. Mi punto débil es la oscuridad y el fuerte es soñar. La ironía va conmigo de vez en cuando aunque mis mejores herramientas son las indirectas. Mi segundo paraíso es Londres, el primero es Málaga. Mi primer plato siempre será el mismo que el segundo, y lo mejor lo dejo para el final. Tengo la mala costumbre de enamorarme y la buena de mirar a los ojos...

jueves, 13 de octubre de 2011

Para ser sinceros, haría lo mismo; solo que si estoy sin ti, lo haría sin esconderme...

Hay cosas que uno no puede hacer solo, discutir, subirse y sujetar una escalera a la vez, o doblar una sábana de esas de cama de matrimonio. Yo toda mi vida he pensado que lo ideal era vivir en pareja, por muy extraña que fuera la pareja. De echo hay parejas que acaban convirtiéndose en tríos  parejas que se van quedando sin pareja y que no se puede evitar el miedo a no estar a la altura, hay parejas que son imposibles por definición, por historia y por física, aunque no por química, o parejas en las que la química se ha ido gastando aunque sigan compartiendo una familia, familias donde en algún momento hubo una pareja, parejas que fueron en algún momento y ya no son nada, y eso es lo que mas miedo da en la vida, cuando la pareja se rompe, sea por lo que sea la primera sensación que se tiene es de pánico, miedo al cambio, a la perdida de control sobre nuestras vidas, un miedo a estar solo, pero cuando se llega a esa soledad, uno se da cuenta de que la ruptura, puede llevarnos a un lugar mejor, hoy es el primer día del resto de mi vida, porque desde hoy creo que lo mas importante en esta vida es saber volar solo.

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