-Brooke, antes de que te conociera, creía que mi mundo tenía todo lo que me hacía falta para ser feliz. No tenía nada con qué compararlo, pero tú entraste en mi vida y entonces todo cambió. Ahora me doy cuenta de lo vacío que estaba mi mundo sin ti. Se que mi antigua vida ya no sería capaz de hacerme feliz. No sin ti. Lo amo absolutamente todo de ti Brooke. La forma en que te atreviste a retarme cuando nadie lo había hecho. La forma en que siempre me miras como nadie me ha mirado. Y amo la forma en la que me amas como nadie me ha amado. No puedo imaginarme vivir mi vida sin ti. Si aceptas darme el sí, dentro de unos minutos no tendré que hacerlo. Por cierto, estás muy guapa.

-Julian, antes de que te conociera, mi mundo giraba en torno a una sola cosa, a mí. Y me parecía perfecto que fuera así pero, cuando te conocí, tu viste más allá de la fachada, me viste a mí. Tu me has enseñado a confiar, a abrirme a los demás, y a saber qué significa de verdad estar enamorada. Como me resultaría imposible expresar cuánto te quiero, sólo te diré por qué te quiero. Tu ves el mundo como no es capaz de verlo nadie más, y sabes apreciar todo lo que hay en él. Incluida yo. No hay nadie como tú en el mundo. Si tu me das el sí en unos minutos, se que voy a paasrme el resto de mi vida viendo el mundo a través de tus ojos, apreciando todo lo que hay en él, incluido tú. El hombre más auténtico, más maravilloso, y sin duda el más guapo que he conocido jamás.


-Acepto.

-Acepto.

-¿Ya puedo besar a mi mujer?

-Más te vale.