Porque para dormir, me toca la cara y no le importa dejar un brazo inútil.
Porque no sirve de nada repetirle cada día que doy toques por gusto.
Porque es más presumido que yo.
Porque un beso nunca es suficiente cuando se despide.
Porque un mensaje le sabe a poco, necesita 3.
Porque todo le parece bien.
Porque se esfuerza más de la cuenta.
Porque es detallista hasta con su sombra.
Porque se ponga lo que se ponga, está guapo.
Porque es detallista hasta con su sombra.
Porque se ponga lo que se ponga, está guapo.
Porque tiene el don de los refranes y la inoportunidad le acompaña en cada uno de ellos.
Porque pone la mano debajo de lo que esté comiendo cada vez que lo hace.
Porque tiene el desorden que me gusta ordenar.
Porque detrás de cada broma, esconde una sonrisa y un beso.
Porque no le gustan las nubes y a mi sí.
Porque tiene fuerza para superarlo todo, y calma para transmitir.
Porque no le importa nunca cuándo ni dónde.
Porque no existen abrazos que hablen tanto como los suyos.
Porque de buenas a primeras sonríe; y si tienes suerte, te suelta una carcajada. Sin más.
Porque no le gusta que piense.
Porque piensa en el futuro y deja a un lado el pasado.
Porque acompaña en los ascensores.
Porque levanta la tapa del WC.
Porque agota su rendimiento por lo que quiere.
Porque aprovecha el momento y no deja escapar ni un minuto.
Porque pone voz de niño pequeño en cosas cuando duda en decirlas.
Porque le encanta repetir frases de películas y entonarlas.
Porque piensa que escuchar reggaeton flojito y conducir a 30km/h no existen.
Porque planea las cosas 1 semana, 2, y 7 meses antes.
Porque se mete conmigo si no voy suficientemente conjuntada.
Porque le gusta más el agua que a un tonto un lápiz.
Porque piensa en viajar.
Porque hace que se me acelere el corazón cada vez que se ilumina el móvil.
Porque se ríe de mí cuando no soy capaz de mirar fijamente a un solo ojo.
Porque no despega su brazo de mi cuello en toda una noche.
(...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario